viernes, 20 de junio de 2008

El problema de la infidelidad confesada


Imaginemos un matrimonio formado por Felipe y Montse. Se llevan muy bien, conviven desde hace muchos años y comparten hijos, hipoteca, coche, etc. Sólo hay un pequeño detalle que no está olvidado: hace muchos años, Montse dudó entre tomar dos caminos totalmente diferentes en su vida, uno de ellos se llamaba Felipe y el otro se llamaba Juan.
Esta semana, Felipe se ha ausentado de la ciudad por motivos profesionales. Mañana regresa. Montse se ha ido al cine esta tarde porque tenía tiempo libre. Al terminar la sesión se ha encontrado, por casualidades de la vida, con Juan.
Avancemos el reloj veinticuatro horas. Montse no está confundida, pero sí arrepentida. Tiene la cabeza hecha un lío porque no sabe cómo explicar a su marido lo que ha sucedido. Ni siquiera sabe si debe contarlo o no. Está tomando el café con él. Respira aliviada porque, de momento, todo se ha desarrollado con una apariencia de lo más cotidiana posible. De todos modos, sus problemas no han hecho más que empezar.Resulta que existe otra persona, Rosa, amiga más o menos íntima de Montse. Rosa, años atrás y todavía hoy, está fascinada por Juan, pero éste nunca se ha fijado en ella.

La pareja está tomando café y llaman. Es Rosa. Se sienta con ellos. Se la ve furiosa y, tras mediar unas pocas palabras, se dirige en voz alta a Monste para preguntarle: “¿Te has acostado esta noche con Juan, verdad?”
Idee la respuesta que debe dar Montse para conseguir que, de momento, Felipe no crea a Rosa y le permita dentro de poco tiempo tomar una decisión adecuada a su problema (contarle lo que haya decidido sobre su infidelidad). Tiempo de resolución en situación real: 3 segundos.


(Dificultad: alta)

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